9 de Mayo de 2024
Después de mucho remolonear, finalmente me pongo en marcha. La verdad es que estoy haciendo snooze con una S mayúscula. Aun así, acabo caminando 32 km. Entro en un ritmo maravilloso y disfruto a lo grande.
Aquí hay baños públicos por todas partes, y suelen estar impecables. Me parece que por ley debe haber siempre al menos uno accesible para minusvalidos, lo cual es perfecto. Son amplios, y puedo entrar sin problemas con mi carrito. A veces son baños secos, pero a menudo tienen lavabo y agua caliente corriente. Cuando los encuentro, aprovecho para darme un buen lavado. Nadar me sigue pareciendo demasiado… Todavía no soy tan valiente con el agua fría. Por eso fue una agradable sorpresa encontrar una casetita junto a una granja, abierta a todo el mundo. No lo dudé. Salí de allí fresco como una lechuga. Poco después pasé por un pequeño museo al aire libre. Muy bonito ver cómo vivían y trabajaban los suecos antiguamente.
Hoy cambié la rutina: cociné y comí caliente hacia las dos de la tarde. Me sentó de maravilla. Después de una buena pausa pude seguir caminando con energía, y por la noche ya no tuve prisa por buscar sitio para montar la tienda y cocinar.
En Örkelljunga oigo que hay música de órgano en la iglesia. Es un edificio precioso, con tejas de madera en el tejado, algo que no había visto antes. Entro y el organista está ensayando. Baja a mirar quién ha entrado, porque ha oído cerrarse la puerta. Me deja quedarme. Me regala un concierto privado. Es impresionante… y me conmueve. No sé por qué, pero las emociones afloran y también las lágrimas . No pienso en nada. Solo siento. ¡Estoy vivo!
Después de esta experiencia tan intensa sigo camino en busca de un lugar para acampar, pero esta vez no es fácil. En esta zona hay varios sitios donde no se puede acampar: son solo para pescadores. Después de unos cuantos kilómetros encuentro finalmente un rincón. Ya ha empezado a llover, y monto la tienda a toda prisa. Nunca es agradable así, pero no queda otra.
Esa noche duermo mal. En una cuesta empinada hice un mal movimiento con la rodilla, escuché un crujido. Al principio el dolor desapareció rápido y pensé que no era nada. Incluso seguí caminando diez kilómetros más sin problema… Pero por desgracia no era tan simple.
Descubre más desde FOOTSTEPS OF FREEDOM
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
